Tipo de carga
La carga general hace referencia a productos que están empacados, que pueden ser embalajes unitarios o agrupados en estibas, cajas, canastas o contenedores.
En este caso la carga se contabiliza en unidades.
Las distintas naturalezas de la carga general puede requerir distintos manejos y cuidados, de esto depende el tipo de vehículo en el que se puede transportar. La mercancía susceptible a la corrosión y/o deformación por agua, o contaminación por CO2, deben transportarse en vehículos que ofrezcan protección de la intemperie. Pueden funcionar los vehículos furgonados (tráiler con paredes rígidas de aluminio) o carpados (tráiler carrozado con lona protectora).
Algunas mercancías también pueden requerir de un transporte en ambientes controlados de temperatura por su naturaleza perecedera o estructura molecular (sólida en frío, liquida en calor). Para estos casos en TRANSER contamos con afiliados confiables con vehículos refrigerados que ofrecerán la cabina hermética que el cliente requiere según las necesidades de conservación de su producto para garantizar óptimas condiciones de calidad en todas las etapas del transporte.
En 2021 hemos movilizado en TRANSER 3.117.602 toneladas de carga general.
Carga a granel
A diferencia de la carga general, la carga a granel se caracteriza por no tener un embalaje, sino que la mercancía se transporta suelta en el tráiler del vehículo que sirve de recipiente.
Carga líquida
Se transporta en tanques o depósitos especialmente diseñados para alojar materias líquidas. Entre estas encontramos productos químicos; petróleo y gas natural.
Carga refrigerada
Las cargas refrigeradas hace referencia a mercancías que requieren una temperatura específica, distinta a la temperatura ambiente. Algunos ejemplos de cargas refrigeradas son alimentos y medicamentos.
Carga en contenedores
Protegen la mercancía ante factores externos. Estos tienen una dimensión estándar para su correcta manipulación. Permiten movilizar mercancía desde los diferentes puertos.
Picking
Es el proceso de recogida para formar un pedido. Es una actividad habitual dentro de un almacén, puesto que es uno de los primeros pasos que se ejecutan cuando se solicita mercancía.